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Nueva etiqueta europea para neumáticos
Todos los neumáticos (con alguna excepción) que se fabriquen en Europa a partir del 1 de julio de este año tienen que estar evaluados conforme a la nueva etiqueta europea de neumáticos, y será obligatoria para su comercialización a partir del 1 de noviembre de este año.
Información que nos cuenta la etiqueta sobre el neumático
En la etiqueta aparecen tres partes: dos columnas verticales y debajo un recuadro.
- Eficiencia energética: o si lo preferís consumo de carburante. Es la primera columna vertical, la de la izquierda, se identifica por el dibujo de un neumático y el símbolo de gasolinera, así por las franjas de color como las de cualquier otra etiqueta energética. Con la escala de la A a la G se clasifican los neumáticos según su coeficiente de resistencia a la rodadura, que es proporcional al consumo de carburante. Un neumático con clasificación A es el que tiene un menor coeficiente de resistencia y por tanto un menor consumo. Entre la A y la G la diferencia de consumo es de unos 0,5 l/100 km.
- Seguridad: o si lo preferís distancia de frenado sobre pavimento mojado. Es la segunda columna vertical, la de la derecha, se identifica por el dibujo de un neumático y el símbolo de una nube con lluvia. La escala también tiene letras de la A a la G, pero no hay colores. Los neumáticos se clasifican según su índice de adherencia en superficie mojada, y por tanto su menor distancia de frenado. Entre la A y la G la diferencia en la distancia de frenado es de unos 18 m. O sea que un neumático G necesitaría 18 m más para frenar, el mismo coche, a la misma velocidad (85 km/h), sobre un suelo mojado, que un neumático A.
- Ruido exterior de rodadura: Es el recuadro inferior de la etiqueta, se identifica con el dibujo de un neumático con un altavoz. Su escala es gráfica y consta de una, dos o tres rayitas, que simbolizan ondas sonoras, además del valor en dB exacto. Cuantas menos rayitas más silencioso es el neumático. Con 1 rayita tenemos neumáticos de hasta 68 dB, con dos rayitas tenemos neumáticos de entre 69 y 71 dB y con tres rayitas tenemos neumáticos de 72 a 74 dB. Para frecuencias y niveles sonoros medios, 3 dB menos vienen a suponer una sensación acústica de reducir el ruido a la mitad (dado que la escala de medición del ruido, en dB, es logarítmica).
Pues bien, a partir del 1 de noviembre cuando vayamos a cambiar los neumáticos de nuestro coche podremos fijarnos en la etiqueta y tener claro de un vistazo qué neumático nos ayudará a consumir un poco menos, qué neumático frena mejor en mojado o qué neumático hará que nuestro coche sea menos ruidoso sobre el asfalto. Para el consumidor es una clara ventaja.
Si compramos los neumáticos por nosotros mismos, deberán llevar la etiqueta pegada y a la vista. Si los compramos en un taller y no vemos los neumáticos, nos tendrán que facilitar la información de los neumáticos que nos ofrecen (en un catálogo, folleto, prespupuesto o como sea).
Del mismo modo al comprar un coche nuevo, el fabricante también nos tendrá que informar de la etiqueta de cada neumático que pueda montar.
Me gustaría aclarar algo: la relación entre coeficiente de resistencia a la rodadura (CRR) y el índice de adherencia (IA). En general ambos conceptos son inversamente proporcionales, un neumático para consumir muy poco tiene que tener un CRR lo más bajo posible, pero entonces su compuesto suele calentarse peor y tener menos adherencia (por cierto, que el neumático pese menos también ayuda a que consuma menos).
Ahí es donde radica el trabajo, esfuerzo e investigación de los fabricantes de neumáticos para desarrollar nuevos compuestos que aúnen ambas características y consigan tener un favorable CRR y a la vez una buena adherencia. Puede parecer imposible, pero no lo es.
De hecho en los últimos veinte años los neumáticos de baja resistencia a la rodadura, neumáticos verdes, neumáticos eco, o de bajo consumo (cada fabricante podía llamarlos de diferente manera) han mejorado mucho su adherencia y reducido su distancia de frenado.